Va y viene. Tan pronto aparece como desaparece.Las circunstancias de la vida (real o virtual) hacen que a su presencia casi diaria en los comentarios del blog de turno sigan épocas de cierto invernar en las que le perdemos todo rastro.
No avisa cuando toca mudanza. Probablemente porque ni él mismo lo sepa. Un día cambia de hábitos y no vuelves a saber de sus comentarios hasta la próxima.
Porque si algo caracteriza a este tipo de comentaristas son sus continuas idas y venidas, espaciadas en el tiempo pero sin ningun patrón concreto: tan pronto te desaparece 2 semanas como repite fuga a los 2 meses.
Eso sí, cada regreso suele ir acompañado de una buena retaíla de comentarios como tratando de compensar o recuperar el tiempo perdido.
Próximamente: el promiscuo, el impaciente, el talibán, el sabelotodo, el chirigotas.
1 comentario:
Oye, pues es cierto, me considero bastante guadiana porque voy y vengo y nunca se sabe si voy o si vengo, aunque también de algunos blogs me considero una adicta (supongo, que eso es otra tipología) y me gustaría mucho desengancharme de ellos pero no puedo, lo he intentado pero de momento no pude, me puede mi adicción, necesito un psicólogo, por lo menos he dado el primer paso que es reconocer que soy adicta. ¿Habrá alguien en este antiblog dispuesto a tratarme?
Lo peor de todo esto es cuando coges "cariño" a la gente cuando escribes en un blog y de repente desaparece sin dejar ningún rastro, sin saber si va a volver o no, porque tampoco de despide y de repente un día cualquiera te encuentras con un comentario de esa persona y que alegría me llevo porque sé que está entre nosotros otra vez (dicho así parece que se ha muerto :-)), ha resurgido de nuevo y vuelve a la carga.
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