Hay individuos que parecen no tener bastante con atesorar un cierto seguimiento en este mundo de la Red, parece como si pensaran que todo el mundo está en una situación y una postura que gira entorno a su existencia y que viven y respiran por y para ellos.
Gran error, ni todos hacen las mismas cosas ni se creen el ombligo de la existencia, máxime cuando caes en la idea y sentimiento de soberbia, vanidad y petulancia.
En cualquiera de los interminables espacios de comunicación global existentes podemos encontrar algunos que de una manera u otra profesen una influencia en el enjuiciamiento y valoración de sus contenidos, pero la gran mayoría no comulgan con este proceder ni con nada parecido a influjos y valimientos posibles. Esta gran mayoría, que ni siquiera se interesa por menciones ni referencias, tan solo muestra disconformidades y pareceres que existen en esta enorme red de divulgación, pero sorprendente es el caso de aquéllos que insisten en sentirse idolatrados y referenciados, sintiéndose los alentadores de una corriente en continuo crecimiento y pensando que los demás lugares existentes en esta virtualidad estamos llamados a ejercer un seguimiento exclusivo e inefable de sus bitácoras.
Gran error, ni todos hacen las mismas cosas ni se creen el ombligo de la existencia, máxime cuando caes en la idea y sentimiento de soberbia, vanidad y petulancia.
En cualquiera de los interminables espacios de comunicación global existentes podemos encontrar algunos que de una manera u otra profesen una influencia en el enjuiciamiento y valoración de sus contenidos, pero la gran mayoría no comulgan con este proceder ni con nada parecido a influjos y valimientos posibles. Esta gran mayoría, que ni siquiera se interesa por menciones ni referencias, tan solo muestra disconformidades y pareceres que existen en esta enorme red de divulgación, pero sorprendente es el caso de aquéllos que insisten en sentirse idolatrados y referenciados, sintiéndose los alentadores de una corriente en continuo crecimiento y pensando que los demás lugares existentes en esta virtualidad estamos llamados a ejercer un seguimiento exclusivo e inefable de sus bitácoras.
Es evidente, que hay demasiados personajes que desbordan fatuidad y altivez por los cuatro costados, unos más que otros, si bien unos por ejercer en tal grado y otros por consentir actitudes.
¿A estas alturas se cree el ladrón que todos van a seguir su condición…?
¿A estas alturas se cree el ladrón que todos van a seguir su condición…?
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