lunes, 17 de marzo de 2008

Y tú, ¿Los reconoces?

Ya sea por medio de un mensaje, o por otras maneras de actuación, lo que buscan es provocar reacciones intencionadamente en otros usuarios tratando de confundir a los demás, con los únicos fines del divertimento propio.

Cuanto mayor sea la Reacción, mas orgullosos estarán de su Acción y más probable será que continúen con su comportamiento y no cesen en su empeño de intentar provocar el caos.

Para ello suelen llevar a cabo diversas acciones como: verter comentarios irrelevantes e insignificativos con la temática tratada, incluir alusiones directas con el propósito de molestar o irritar a los aludidos, insertar mensajes con argumentos fraudulentos y deliberadamente escandalosos, responder de forma paranoica, o pluralizando opiniones emitidas por medio de identidades diferentes pero provenientes del mismo individuo. Incluso llegan a apoyarse en otros comentaristas teóricamente correctos para alabar las acciones de los supuestos personajes antisociales.

Seres que muchas veces se creen a sí mismos como víctimas de la censura y luchan por la libertad de expresión que en ocasiones hay que limitar debido a la actitud hostil y un comportamiento completamente anómalo dentro del “anonimato” que este medio ofrece.

Así pues, tras esa intención de provocar y el mero hecho de su presencia, es preferible centrarse en los comportamientos negativos dentro del medio que en las intenciones de estos individuos ajenos, y determinar el grado de moderación que se debe de aplicar sin llegar a etiquetar a nadie simple y llanamente porque ni se lo merecen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

todos en mayor o menor medida los hemos sufrido, bien como bloggers bien como comentaristas.

como bien dice Sergio en el post del frenopático lo mejor es aplicar el sistema dolby e ignorarlos aunque hay que reconocer que a veces cuesta mucho no tirar de teclado para intentar ponerlos en su sitio.

y en cuanto a lo de si moderarlos o censurarlos yo con estos soy muy radical: al troll ni agua porque normalmente cuanto más los ignoras más se encabronan así que para qué darles el placer de verse incordiando.