Ya sea por medio de un mensaje, o por otras maneras de actuación, lo que buscan es provocar reacciones intencionadamente en otros usuarios tratando de confundir a los demás, con los únicos fines del divertimento propio.
Cuanto mayor sea la Reacción, mas orgullosos estarán de su Acción y más probable será que continúen con su comportamiento y no cesen en su empeño de intentar provocar el caos.
Para ello suelen llevar a cabo diversas acciones como: verter comentarios irrelevantes e insignificativos con la temática tratada, incluir alusiones directas con el propósito de molestar o irritar a los aludidos, insertar mensajes con argumentos fraudulentos y deliberadamente escandalosos, responder de forma paranoica, o pluralizando opiniones emitidas por medio de identidades diferentes pero provenientes del mismo individuo. Incluso llegan a apoyarse en otros comentaristas teóricamente correctos para alabar las acciones de los supuestos personajes antisociales.
Seres que muchas veces se creen a sí mismos como víctimas de la censura y luchan por la libertad de expresión que en ocasiones hay que limitar debido a la actitud hostil y un comportamiento completamente anómalo dentro del “anonimato” que este medio ofrece.
Cuanto mayor sea la Reacción, mas orgullosos estarán de su Acción y más probable será que continúen con su comportamiento y no cesen en su empeño de intentar provocar el caos.
Para ello suelen llevar a cabo diversas acciones como: verter comentarios irrelevantes e insignificativos con la temática tratada, incluir alusiones directas con el propósito de molestar o irritar a los aludidos, insertar mensajes con argumentos fraudulentos y deliberadamente escandalosos, responder de forma paranoica, o pluralizando opiniones emitidas por medio de identidades diferentes pero provenientes del mismo individuo. Incluso llegan a apoyarse en otros comentaristas teóricamente correctos para alabar las acciones de los supuestos personajes antisociales.
Seres que muchas veces se creen a sí mismos como víctimas de la censura y luchan por la libertad de expresión que en ocasiones hay que limitar debido a la actitud hostil y un comportamiento completamente anómalo dentro del “anonimato” que este medio ofrece.
Así pues, tras esa intención de provocar y el mero hecho de su presencia, es preferible centrarse en los comportamientos negativos dentro del medio que en las intenciones de estos individuos ajenos, y determinar el grado de moderación que se debe de aplicar sin llegar a etiquetar a nadie simple y llanamente porque ni se lo merecen.
1 comentario:
todos en mayor o menor medida los hemos sufrido, bien como bloggers bien como comentaristas.
como bien dice Sergio en el post del frenopático lo mejor es aplicar el sistema dolby e ignorarlos aunque hay que reconocer que a veces cuesta mucho no tirar de teclado para intentar ponerlos en su sitio.
y en cuanto a lo de si moderarlos o censurarlos yo con estos soy muy radical: al troll ni agua porque normalmente cuanto más los ignoras más se encabronan así que para qué darles el placer de verse incordiando.
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