Dicen que el tiempo lo cura todo y que pone a cada uno en su lugar, cada día que pasa ésta afirmación parece experimentar un crecimiento sistemático y reflejar fehacientemente la sociedad en la que conviven seres e individuos de la más variada especie.
El caso es que un buen día te levantas y la idea o concepto de vecino preocupado, vituperada durante muchos meses por los reporteros de un lugar, parece entrar en una nueva fase de raciocinio, debido, por un lado a su capacidad de aproximación al “brazo informativo del lugar” propiciando el aumento del buen rollito entre los personajes afines y por otro, por la atención que con estos han tenido tras tiempo de peticiones que perseguían un objetivo de bien colectivo, pero que al final tiene un trasfondo individual.
La perspectiva de esta nueva fase supuestamente viene suscitada por unos entes independientes, a través de un medio público y particular, que no privado, cuyo objetivo o finalidad es promover las medidas de comunicación y convertirse en medio de difusión vecinal.
Según sus cifras, el incremento de visitantes asiduos es creciente, con un porcentaje de consultas que ya quisieran muchos medios informativos, aún siendo así, todavía hay demasiadas personas que no ejercen por este mundo virtual y no tienen la capacidad de informarse a través de la Red, pese a quien le pese, motivo más que suficiente para no caer en la vanidad y tachar de envidiosos a los que avisan de esta situación.
...dificultad de separar lo real de lo imaginario llegando a inventar personajes y situaciones...
La realidad es que, observando algún vecino preocupado, en otras ocasiones reportero, que tras reprochar reiteradamente acciones o actitudes, ciertamente reprochables, ahora aparece de cándido y se desdice de sus reproches y se desgaja en halagos y elogios para intentar encauzar una relación que venía fracturada desde hace mucho tiempo. Lo peor de todo esto es que ahora da palos a diestro y siniestro a los que en tiempos pasados comulgaban de su misma guisa y cree reconocer mala fe en los argumentos que se originan con esta actitud, afirmando que después de haber visto lo que hay fuera, mejor se queda con lo de dentro.
A ese vecino preocupado y en otras ocasiones reportero, no se olvide de su advenimiento y recuerde que sus idas y venidas, que sus apreciaciones, valoraciones y enjuiciamientos han sido todo un alarde de cambios direccionales en tiempo y forma y que su modo, estilo propio y personal ha sido constantemente cambiante durante todo este tiempo, es más, aún hoy en día continúa con esa actitud tan taimada, rogando pero con el mazo dando, sin llegar a alcanzar un mínimo de personalidad y cimentar una postura, la una o la otra, podrá ser la buena o la mala, la mala o la buena, según se mire, pero una postura concreta real, dejándose ya de tanta fabricación de contextos y contenidos ladinos y solapados.
Que cansancio da ver tanta experimentación de cambios y alteraciones que demuestran una falta de convivencia y escasa fraternización, está claro que cada persona es un mundo, con sus etapas y espacios variados, pero como todo ser tendrá sus dificultades, experiencias y conflictos con otras personas y aquí es donde parece manifestarse una alteración en el desarrollo de su personalidad y aflorar una rebeldía ecuánime que hace de esa persona un ser inestable en cuanto a opiniones y apreciaciones, mostrando una incapacidad de comprensión y dificultad de separar lo real de lo imaginario, llegando a la inventiva de personajes y situaciones.